jueves, 18 de mayo de 2023

Temas que son todo un reto para los terapeutas.

Una estudiante me regaló el mayor de los aprendizajes de vida como terapeuta y docente al preguntarme: ¿estoy haciendo un mal trabajo como psicóloga si me conmuevo con la historia de los pacientes?
Entonces me forzó a pensar en una forma sencilla pero profunda para compartir lo siguiente:

1. No hay nada "malo" en tí por sentir y conmoverte por las historias de los pacientes, en definitiva porque nuestro trabajo se construye sobre una relación interpersonal y la espontaneidad, es el camino más seguro para construir el espacio psicológico y emocional propicio para que el paciente se sienta cómodo/a y seguro/a. 
2. La idea de la objetividad o neutralidad terapéutica ha sido mal enseñada y confundida de manera implícita con "el psicólogo o terapeuta no puede mostrar emociones y permanecer imparcial"; cuando se refiere en principio, a la importancia de cuidar tanto la técnica (coherente con un método en particular) como la emocionalidad de quien ejerce la psicoterapia. Descuidando con esta idea, la formación del trabajo en el self.
3. Humanizar el ejercicio de la psicología, es la primera tarea que nos ocupa, pues, sin esto, sería muy difícil garantizar intervenciones diferenciales, que faciliten la inclusión y el cuidado de los Derechos Humanos. 

Ahora, es cierto que en el camino nos vamos a encontrar con temas, situaciones, problemáticas que representan todo un reto para nosotros, recordando que cualquier encuentro humano activa nuestra propia historia de vida y eso es VÁLIDO y ESTÁ BIEN. 
En la practica mencionaré siete temas que para los terapeutas, pueden ser todo un reto o generar dilemas: 

1. Abuso Sexual Infantil (ASI), una dura realidad por la que atraviesan demasiados niños, niñas y adolescentes, en culturas que sin querer o saber, lo justifican o validan, sobretodo porque una gran mayoría de los victimarios son familiares o amigos muy cercanos.
El terapeuta se encuentra frente a varios retos como el de activar la ruta frente a la sospecha del abuso, esto implica, conocer las rutas, tener un protocolo para activarla y lidiar con los miedos que pueda generar iniciar el proceso. Plus, la responsabilidad legal a la que se enfrenta si no activa la ruta o informa de manera adecuada a la familia sobre el qué hacer. Todo esto sin contar, lo humano, la sensación de impotencia muy válida, frente a una realidad que se presenta dolorosa para los niños, niñas y adolescentes. 

2. Intentos de Suicidio, aquí se activa inmediatamente el propio temor a la muerte, las creencias sobre la muerte, los significados que le otorgamos al intento de suicidio y combinada con una falta de competencias técnicas para hacer intervención en crisis, genera en los terapeutas esta sensación de "desborde" frente a la situación.
Aquí es necesario que el terapeuta tenga un dominio de la ruta a activar (dependiendo del país en que se encuentre), dominio de la técnica para construir un plan de seguridad y de Primeros Auxilios Psicológicos, teniendo en cuenta además que el terapeuta necesita estar claro, que no es el salvador/a de la persona. 


3. Adicciones, sabemos que trabajar con adicciones es tal vez una de las tareas más desgastantes para un terapeuta y el equipo de rehabilitación, no solo por el proceso de desintoxicación per se, sino por los intentos (en ocasiones infructuosos) de integrar a la familia al proceso de rehabilitación, reeducación y resocialización.
Otro reto está relacionado con la capacidad de gestión para construir redes de apoyo social y también sus propios significados sobre las adicciones y el aceptar que hay situaciones que se escapan a sus competencias técnicas y que no pueden ser resueltas del todo.

4. Violencia Basada en Género, podemos decir que este es nuestro "elefante en la sala", pues implica en primer lugar que el terapeuta haya revisado sus propias construcciones sobre los roles de género, lo que implica ser hombre o mujer, además del conocimiento de la normas y de los protocolos de atención a víctimas de violencia intrafamiliar, de violencias sexuales, de ataques con agentes químicos.
Gestionar sistemas de apoyo social, red de apoyo familiar, institucional, pero sobretodo la habilidad técnica para verlos desde la perspectiva de género, diferencial, étnica, de diversidades en la orientación sexual.
¿Cómo aprendemos a acompañar a victimas que son victimas por causa de su género? siempre es una pregunta que necesitamos hacernos, para poder orientar adecuadamente nuestras intervenciones. 

5. Trastornos mentales y del desarrollo, los estigmas sobre los trastornos mentales y del desarrollo "nos respiran en la nuca", ninguno se escapa a los significados ocultos que tenemos sobre los trastornos mentales, del desarrollo, afectivos y de salud mental, sobretodo los temores y la tendencia a la infantilización. 
Igualmente, las competencias técnicas para poder realizar un buen examen mental, conocer el DSM V-CIE 11, tener un protocolo de evaluación y diagnóstico (que por supuesto varía según el modelo de intervención), el diagnóstico diferencial, un acompañamiento que dignifique la vida de las personas y elaborar un plan de seguimiento junto con el paciente y su cuidador principal, si es el caso, la gestión de un sistema de remisión y atención de urgencias en salud mental. 

6. Población migrante, la xenofobia que anda escondida y que si no estamos atentos, se filtra y afecta el proceso, las características particulares de la atención en salud mental en lugares de paso, las competencias técnicas en el manejo de protocolos de mhGAP, PM+, SMAPS.
Una atención que garantice siempre el respeto por los derechos humanos de quienes obligados, salen de sus países en busca de una mejor calidad de vida. 



7. El autocuidado del terapeuta, muy conectado con algunos escritos anteriores, el ejercicio de "bajar la capa" y aceptar que no somos superhéroes, no lo podemos todo, no tenemos la respuesta para todo, que hay casos tan complejos, que la psicoterapia no podrá resolver o simplemente necesitamos un equipo interdisciplinar para lograrlo, pero más allá de eso, las estrategias de autocuidado que realizamos diariamente, sin tener que esperar a que sea demasiado tarde. 

Como terapeutas, siempre nos encontraremos ante retos que en ocasiones nos hacen dudar de nuestra capacidad de respuesta, eso no podemos evitarlo, pero sí encontrar la mejor manera, estar lo mejor preparados para asumir retos y dilemas. 

Recuerden que el ejercicio profesional ético se sustenta en 3 pilares: Formación basada en la evidencia científica, Supervisión Clínica y Psicoterapia personal del terapeuta. 

Adriana Sofía Silva Silva, Psicóloga, Magíster en psicología, Magíster en terapia familiar sistémica, Supervisora clínica equipos de salud mental, mentora en la Global Psychology Alliance, Escritora.  

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jueves, 4 de mayo de 2023

El Terapeuta y sus Inseguridades (y sí, si está permitido sentirse inseguro)


Cuando nos movemos en psicoterapia, siempre lo hacemos en varios niveles y en lo relacionado con las inseguridades del terapeuta, podemos comprenderla en dos dimensiones:

1.  El terapeuta necesita construir un espacio emocional y psicológico en el que el/los consultante/s se sienta/n seguro/s, por un principio fundamental: cuando alguien decide ir a terapia, lo hace porque ya la situación ha rebasado su capacidad de respuesta y la intensidad emocional es muy alta, así que la posibilidad de tomar decisiones (por lo menos “buenas”) se encuentra limitada.

Entones los consultantes en primer lugar, necesitan un espacio seguro para poder “vaciar toda su basurita emocional” sin sentirse juzgados, algo así como “esto es lo que hay”

El terapeuta ofrece un espacio desde la comprensión de su rol en esa primera consulta, de facilitar la comunicación de un malestar, sin importar la intensidad emocional del momento y esto genera para los consultantes o clientes o pacientes una sensación de confianza y les permite comenzar a tomar el control en la respuesta a una situación que los desbordó momentáneamente. Incluso para esto ni siquiera necesitamos caerles bien a los consultantes.

El terapeuta necesita fortalecer esa habilidad terapéutica de construcción de un lugar seguro para quienes vienen solicitando ayuda.

2. En ese proceso, por supuesto ya sea a nivel personal (no sabe todavía cómo manejar o sentirse frente a la muestra de emociones fuertes por parte de los pacientes) o de competencias técnicas (nos olvidamos de la importancia de la contención y de Primeros Auxilios Psicológicos o no ha encontrado la forma para activar conversaciones terapéuticas) el terapeuta se sentirá inseguro, lo que es perfectamente normal y válido, pues cada caso, cada sesión es única y honestamente, por muy experimentados que seamos, nunca sabremos por dónde “saltará la liebre”.

Aquí hay un aspecto que necesitamos conectar con eso que Fortes de Leff, Aurón, Gómez y Pérez (2009) llaman los errores del terapeuta, que al final son parte de la condición humana y que al estar circunscrita en un contexto de petición de ayuda y cuidado de la salud mental propia y de otros, adquieren importancia, no porque vayamos a negarlos, que ha sido el gran error en la formación de psicólogos y terapeutas, sino para asumirlos y trabajarlos, una inseguridad puede perfectamente convertirse en un gran recurso terapéutico.

Resulta importante que el terapeuta pueda considerar los siguientes elementos:

Condiciones que dificultan la acción del terapeuta. El terapeuta construye sobre su conocimiento desde la teoría y la práctica, sus propias experiencias de vida, es todo un proceso de co-construcción de conocimiento de los otros y del sí mismo. Fruggeri (1996)

La persona del terapeuta. Las narraciones que hace el terapeuta de sí mismo.

Necesidades del terapeuta, necesidades de autoconfirmación, omnipotencia, critica severa (yo ideal del terapeuta, diálogo reflexivo), Inseguridad, Rivalidad, Cercanía/distancia, Vivir la vida desde el cristal de la terapia,

El actuar del terapeuta Cuidar, Estrés, Soledad

Sistemas de creencias del terapeuta. Manejo de la dimensión cultural, competencias interculturales, terapias creadas a la medida del contexto, neutralidad, subjetividad y acción, Creer y conocer, Racismo, Poder, Género

Los tiempos e historias del terapeuta. Reconoce su propia historia, los ciclos vitales por los cuales transita

Por supuesto que como terapeutas nos invaden las inseguridades, que tengamos claro que esas inseguridades personales, no afecten la construcción del lugar seguro para los consultantes, es el trabajo que necesitamos hacer, recordando siempre que toda relación terapéutica es una relación interpersonal.

 Adriana Sofía Silva Silva, Psicóloga, Magíster en psicología, Magíster en terapia familiar sistémica, Supervisora clínica  equipos de salud mental, mentora en la Global Psychology Alliance, Escritora.  

Visiten el canal de youtube:

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Referencias:

Fortes de Leff, J, Aurón, F, Gómez, M. y Pérez, J. (2009) El terapeuta y sus errores. Reflexiones sobre la terapia. Ed. Trillas.

Imágenes obtenidas en https://pixabay.com/es/images/search/psicoterapia/?pagi=2

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